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Juan Rincón Vanegas

Cantando se despidió Rafael Orozco de Becerril


Imágenes de Rafael Orozco, sonriente, cantando y de Clara Elena Cabello, su esposa, mirando su retrato. Foto Cortesía.

Veintiocho años después, los recuerdos por el artista siguen girando y dando cuenta de su paso por el mundo vallenato, en el cual cosechó un sinnúmero de éxitos al lado de su compañero Israel Romero


La noche del domingo dos de febrero de 1992 Rafael José Orozco Maestre se presentó por última vez en la plaza principal de su pueblo Becerril, Cesar, con el Binomio de Oro, siendo la figura principal del Festival de la Paletilla.


Esa noche cuando el hijo de Rafita Orozco Fernández y Cristina Maestre Maestre, quien había nacido el 24 de marzo de 1954, llegó a la presentación por invitación de su amigo Alirio ‘Yiyo’ Luna, estuvo dichoso y habló contando parte de su vida especialmente cuando arriaba agua del río Maracas que vendía montado en un burro de nombre ‘El ñato’. Además, de la competencia que tenía en ese oficio con Justo Rafael ‘Mandarria’ Barahona.


En ese instante uno de los músicos al escucharlo contar lo interrumpió para que hablara de las novias que tuvo en el pueblo. Él, sonrió y dijo que había sido una sola. “Se llama Denis Cruz”.

Los asistentes lo aplaudieron ante su confesión, pero estando conectado con el recuerdo anotó. “Como no recordar mis estudios en el Colegio La Candelaria con el profesor Mel Mendoza”. También recordó sus primeros paso en el canto en su pueblo, en Valledupar y su primera grabación con el acordeonero Emilio Oviedo.


Después de platicar, y cuando Rafael Orozco, había interpretado tres canciones se fue la luz. Él, pidió silencio y dijo que iba a comenzar a cantar para que ellos lo acompañaran. Esa comunicación de las gargantas fue la salida más fácil a la oscuridad, pero la máxima luz de alegría.


Escogió la canción que le dictó su corazón. ‘Solo para ti’. Ese momento sublime del cantor con su pueblo no se puede describir en letras porque el sentimiento arropaba todo el entorno.


Yo siento que te he querido y te quiero más

es algo que necesito para vivir,

mi vida no sería vida si tú no estás

todo lo veo más bonito sólo por ti.


Al darse el milagro de ese bello canto interpretado a cientos de voces, llegó el fluido eléctrico y continuó el encanto, sin saber que era la última vez que veían a su artista en la tarima ´Patuché’.

Debajo de la tarima estaba el pintor José Daniel Beleño Castro, el popular ‘Bele’, quien lo admiraba desde muy niño y días antes cuando supo que iba para su pueblo le pintó un retrato sonriendo.


Como pudo se lo entregó y Rafa, le dio las gracias en público que fue el mejor reconocimiento que recibió el viejo pintor, quien al conocer su muerte el 11 de junio de 1992, prometió seguirlo pintado.


Esas palabras del cantante a su trabajo, fue como en aquella ocasión en que Rafael Escalona pidió pintar una golondrina para aprobar al buen pintor. Para él fue el premio mayor porque no había que darle la orden para que apareciera en primer plano la figura de ese inmortal hijo de Becerril.


Ahora, el viejo ‘Bele’ revela cómo se enteró de la muerte del artista. “Esa noche me acosté temprano y de repente pasada la medianoche como algo inusual se hizo un repique de campana en la iglesia. Todos alarmados salimos a la calle y fue cuando nos enteramos de la muerte de Rafa. Todo fue confusión y lágrimas porque había muerto una de las grandes glorias de la música vallenata nacida en esta tierra”.


De igual manera se pronunció su mejor amigo Alirio ‘Yiyo’ Luna, “Rafa, fue un becerrilero noble, bueno y que puso muy en alto el nombre de la música vallenata. Él, vive en mi corazón y no olvido su cariño y la cantidad de saludos que me regaló en sus discos”.


Monumento a Rafa


En ese pueblo donde cada año hacen una mudanza colectiva, llevando cargada por un largo trayecto una casa de palma, la presencia de Rafael Orozco está presente, principalmente en la plaza principal donde se ubicó un monumento obra del escultor Misael Martínez, por iniciativa del mandatario Raúl Machado Luna.


Al lado de esa escultura de tres metros de alto, y dos metros que tiene el pedestal estuvo Clara Elena Cabello, esposa de Rafael Orozco, quien entregó un especial agradecimiento.

“Gracias. No hay palabras para agradecer como en Becerril siguen queriendo a Rafa. Gracias en nombre de toda la familia. El licenciado José Salatiel Madrid me ha pedido que el Centro Orquestal Sinfónico de Becerril lleve el nombre de Rafael Orozco y con mucho gusto he aceptado”.


Ese día niños y jóvenes brindaron un concierto sinfónico en homenaje a Rafael Orozco y se interpretaron las canciones: ‘Solo para ti’ (Rafael Orozco), ‘La creciente’, (Hernando Marín), ‘Campana’ (Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa), ‘Sombra perdida’ (Rita Fernández Padilla), ‘Dime pajarito’ (Octavio Daza), ‘Momentos de amor’ y ‘Relicario de besos’ (Fernando Meneses).


En Becerril quedó demostrado que el tiempo pasa, pero el recuerdo de ese hijo querido se quedó para siempre. Es así como las canciones que interpretó con el Binomio de Oro al lado de su compañero inseparable Israel Romero, se han convertido en alimento del alma y en el aliciente para pasearse por los momentos de amor cuando la creciente del corazón se desborda por los caminos del sentimiento.


El amor de Clara


Han pasado 28 años de ese momento triste para el folclor vallenato, y por las mentes de Clara Elena Cabello, sus hijas, familiares y todos sus seguidores hacen un paseo obligado desde ‘Cariñito de mi vida’ hasta arribar cargados de añoranzas a ‘Solo para ti’, donde “es algo tan bonito, eso es tan bello, que es muy difícil que lo olvidemos por Dios”…

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